Según el CN-Cert (Centro criptológico nacional) lo que cabe esperar en el futuro inmediato en relación a las ciberamenazas es lo siguiente:
- Aumentarán los ciberataques patrocinados por Estados. Hay muchos ejemplos: desde ciberataques convencionales hasta acciones comprendidas en las denominadas amenazas híbridas.
- Ataques a la cadena de suministro. Los equipos de gestión de estos riesgos dentro de las organizaciones serán más habituales a medida que aumenten los ataques a la cadena de suministro.
- La nube como objetivo. Durante 2018 se han producido muchos incidentes relacionados con la computación en la nube y se espera que continúen y evolucionen en los próximos años.
- Sofisticación del código dañino.
- Los ciberataques dirigidos a personas. Es de esperar que los próximos años sean testigo de un mayor volumen de correos electrónicos de suplantación de identidad (phishing) y sitios web falsos diseñados para engañar al usuario y facilitar el acceso a datos confidenciales, tales como contraseñas o números de tarjetas de crédito.
- Utilización de dispositivos inteligentes en ciberataques con el objeto de sustraer datos o información personal.
- Permanencia de los ataques DDoS y su relación con la IoT. Entre los más problemáticos se encuentran los ataques contra dispositivos de IoT que conectan los mundos digital y físico. Es de esperar un número creciente de ataques contra estos dispositivos que controlan la infraestructura crítica, como la distribución de energía y las redes de comunicaciones, y a medida que los del hogar se hagan más omnipresentes, es probable que haya futuros intentos de utilizarlos como arma por los Estados.
- Incremento del Criptojacking. Se hará más sofisticado en el futuro.
- El código dañino será más engañoso. Variantes de malware más difíciles de detectar y que podrían residir en los sistemas infectados durante un período de tiempo muy largo.
- Aprendizaje automático para bloquear nuevas amenazas. Esta protección proactiva será vital para vencer a los ciberdelincuentes, especialmente a aquellos que usan malware con técnicas de ocultación.
- IA como herramienta en los ciberataques. Recíprocamente, los defensores dependerán cada vez más de la IA para contrarrestar los ataques, identificar las vulnerabilidades y fortalecer sus sistemas ante posibles ataques.
- La adopción de 5G ampliará la superficie de ataque. La capacidad de realizar copias de seguridad o transmitir fácilmente volúmenes masivos de datos a almacenamientos basados en la nube dará a los atacantes nuevos objetivos.
- Incremento de la actividad legislativa y regulatoria. La plena aplicación del RGPD en la Unión Europea es solo un precursor de varias iniciativas de seguridad y privacidad en países fuera de Europa.
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